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Ley 4º LA LEY DE NAVEGACIÓN

Ley 4º

LA LEY DE NAVEGACIÓN


cualquiera puede llevar el timón, pero se necesita un líder para hacer la carta de navegación

Los líderes que navegan hacen mucho más que controlar la dirección en que viajan ellos y su gente. Ven todo el viaje en su mente antes de zarpar del muelle. Tienen una visión de su destino, entienden lo que les tomará llegar allá, saben lo que necesitarán en su tripulación para tener éxito, y reconocen los obstáculos antes que aparezcan en el horizonte … A veces es difícil equilibrar el optimismo con el realismo, la intuición y la planificación, la fe y los hechos. Pero eso es lo que se necesita para ser un líder eficaz en la navegación…

Por sobre todo… el secreto de la ley de navegación es la preparación. Cuando usted se prepara bien, comunicará confianza y serenidad a su gente… ¿Puede verlo? No es la envergadura del proyecto lo que determina su aceptación, apoyo y éxito. Es la estatura del líder… Los líderes que son buenos navegantes son capaces de llevar a su gente a cualquier parte.


Nehemías y la Ley de Navegación

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes no solo saben adónde van; también saben cómo llegar .

Lecturas bíblicas

Nehemías 1.1–11; 2.1–20 ; 4.1–23 ; 6.15–16

Cuando el poeta Robert Frost escribió: «Hay algo que no le gusta a las murallas», se refería a cómo estas tienden a derrumbarse con el tiempo si se abandonan a los elementos. Sabiendo esto, imagine la condición de una muralla después de ser demolida por un ejército invasor y luego dejar que pase más de un siglo sin reconstrucción. Eso describe los muros que rodeaban a Jerusalén cuando Hanani regresó para ver a su hermano Nehemías en la ciudad de Susa. El muro de la ciudad en ruinas era un problema en aquellos días. No solo dejaba la ciudad expuesta a los ataques, sino que también suscitaba las burlas de las potencias vecinas. En el caso de Jerusalén, los muros derribados daban a los enemigos una razón para denigrar a Dios puesto que era su ciudad santa. Por eso Nehemías lloró, hizo duelo, ayunó y oró tan pronto supo la noticia de la condición de los muros.

Durante los 120 años transcurridos desde que los caldeos derribaron los muros (2 Crónicas 36.19), decenas de millares de personas los habían visto sin hacer nada por repararlos. Para ellos la reedificación de los muros quizás parecía un desafío imposible, aun en una ciudad con muchos trabajadores. Lo que el pueblo necesitaba era alguien que los reuniera, planificara el curso de acción y los guiara a través del proceso de reedificación. Necesitaban un líder.


Lo que solo el navegante puede ver

Una de las cosas más notables de Nehemías es que pudo ver el problema y la solución aun cuando nunca había estado en Jerusalén. Esa es una característica increíble de los grandes líderes: tienen visión, a diferencia del resto de la gente. Por eso es que pueden dirigir a grupos de personas.


El líder ve…

Más allá de lo que otros pueden ver. Nehemías pudo ver el problema aun cuando estaba a centenares de kilómetros de distancia de Jerusalén. Además, pudo hacer un cuadro mental de la solución.

Más que lo que otros ven. Nehemías sabía que el muro podía y debía ser reconstruido, y sabía lo que se necesitaba para hacerlo. Antes de partir de Susa, pidió al rey cartas que le permitieran recolectar material y le garantizaran el paso libre hacia Judá.

Antes que otros vean. Ninguno de los vecinos alrededor de Jerusalén quería ver a los judíos reedificando sus muros, y diversos líderes enemigos conspiraron contra Nehemías y su gente. Pero Nehemías vio el peligro que se aproximaba e hizo sus planes teniendo eso en cuenta. No cedió ante la conspiración de los enemigos. Cuando el pueblo se sintió en peligro, formuló estrategias para defender la ciudad y al mismo tiempo mantener a la gente trabajando.

El pueblo necesitó solo cincuenta y dos días para reedificar el muro de la ciudad que había estado en ruinas durante 120 años. Y pudieron hacerlo porque tenían un gran líder que navegaba con ellos.

Nehemías conocía su propósito, hizo sus planes y guió al pueblo en el proceso. La suya es una de las historias de liderazgo más notables que se haya escrito.


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Desea planificar el viaje, o se conforma solo con hacerlo?

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes encuentran propósito en las necesidades que los rodean.

Donde no hay dirección divina, no hay orden (Proverbios 29.18, Dios Habla Hoy).

¿Alguna vez ha pensado sobre qué provoca que el líder sienta el impulso de dar un paso adelante y hacerse paladín de una causa? ¿Qué es lo que inicia ese proceso? ¿Qué es lo que da vida a esa visión en el líder de manera que pueda llevar a la gente a vivir para cumplirla? La respuesta se puede encontrar en la vida de Nehemías.


Es su carga

Cuando Nehemías escuchó el informe de su hermano sobre los muros de Jerusalén en ruinas, quedó devastado. Después de llorar durante algunos días, sintió un impulso de orar:

Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti … Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey. (Nehemías 1.5–6 , 10–11 )

En los tiempos de Nehemías, no mostrarse feliz delante del rey de Persia era una ofensa que podía castigarse con la muerte. Sin embargo, se sintió impulsado a hablarle del rey sobre el estado de Jerusalén. ¿Por qué? Porque sentía la carga de la ciudad y del pueblo de Jerusalén.


El poder de una carga

Nehemías no descubrió su propósito hasta que confrontó un problema. Así ocurre con la mayoría de los líderes piadosos. No tienen que andar buscando algo que capture sus corazones. El llamado viene como resultado de aprovechar obedientemente una oportunidad que está a la mano. La carga precede a su visión para el liderazgo.

Cuando los líderes tienen una carga antes de recibir la visión hay muchos efectos positivos.


1. una carga purifica los motivos

La esencia de una carga es el deseo de hacer algo en beneficio de otros. Cuando usted es movido a servir, es difícil que sea egoísta al mismo tiempo. Nehemías tenía una buena posición en la lujosa corte del rey. El viaje de centenares de kilómetros hacia una ciudad en ruinas garantizaba sufrimientos, no una ganancia personal.


2. una carga cultiva persistencia

El liderazgo es difícil. Si no tiene persistencia, es probable que se retire de la carrera antes del final. Nehemías enfrentó diversos desafíos y la persistencia le permitió seguir hasta el fin.


3. una carga fortalece la convicción

Muchas actividades dignas de consideración claman por la atención de un líder. Pero la necesidad no es necesariamente un llamado. La carga ayuda al líder a saber que debe emprender una tarea. Nehemías expuso su vida en más de una ocasión para cumplir la visión de reconstruir Jerusalén.

En el caso de Nehemías, la información creó la carga y la carga condujo a la visión. La mayoría de la gente desea tener primero la visión, pero Dios no suele obrar de esa manera en nuestras vidas.

He descubierto que cuando las personas tienen una carga, experimentan emociones muy particulares. Examine las siguientes preguntas:

• ¿Le viene constantemente a la mente una persona o proyecto en forma de preocupación?

• ¿Se siente incapaz de eludir las necesidades de esta preocupación?

• ¿Trata con frecuencia de desafiar a otros para que tengan la misma preocupación por esta persona o proyecto?

• ¿Busca libros, sermones o personas que concentren su atención en dicha preocupación?

• ¿Contribuye repetidas veces con tiempo y recursos para atender esta necesidad en particular?

• ¿Le conmueve esta preocupación hasta las lágrimas?

• ¿Tiene dones y habilidades para resolver las necesidades asociadas con esta preocupación?

• Su preocupación, ¿crece o disminuye con el tiempo?

Si mira las Escrituras, creo que encontrará que Nehemías respondería sí a todas las preguntas. Es claro que la tarea de reedificar los muros de Jerusalén agitaba su corazón. Actuar según esa carga le reveló el propósito de su vida.


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Qué necesidad en su entorno agita su corazón?

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:


El líder sigue la regla del carpintero: mide dos veces, y aserra una.

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar (Lucas 14.28–30 ).

Con todo derecho, se considera a Nehemías uno de los más grandes planificadores y líderes de la Biblia. Se le podría llamar Nehemías el Navegante. Si observa la forma de enfocar la planificación del proyecto de reedificación, puede aprender mucho de la forma en que hizo las cosas.


La navegación de Nehemías

Antes de comenzar el proceso mismo de construcción, Nehemías dedicó tiempo a prepararse él y a su gente.


1. se identificó con el problema

El primer paso de Nehemías fue averiguar la condición de los judíos y del muro de Jerusalén. Cuando oyó que los muros estaban en ruinas y que el nombre de Dios era motivo de burlas, lloró. El problema del pueblo se convirtió en su problema. Era una carga que él tenía que llevar.


2. dedicó tiempo a la oración

Casi de inmediato se puso de rodillas para orar. Confesó sus pecados y el de su pueblo. Intercedió por ellos. Luego pidió la gracia de Dios. Creo que fue durante el tiempo de comunión con Dios que recibió la visión y el plan para reconstruir los muros.


3. se acercó a personas claves y con influencia

Hay una frase sorprendente en la Biblia donde Nehemías dice: «Entonces oré al Dios de los cielos. Y dije al rey…» (Nehemías 2.4–5 ). En toda empresa de liderazgo, las personas influyentes pueden ayudar o quebrar toda la empresa. En este caso fue el rey persa Artajerjes. Nehemías no solo recibió de él la autorización para reedificar los muros, sino también los recursos y el apoyo. Entonces, indudablemente Nehemías seleccionó y abordó a otras personas claves a quienes llevó consigo en el viaje.


4. evaluó la situación

Cuando por fin llegó a Jerusalén, Nehemías hizo una evaluación de primera mano del desafío que enfrentaba. Lo hizo en silencio durante la noche, evaluando personalmente los daños y planificando el proyecto sin la interferencia indeseable o el consejo inoportuno de otros.


5. se reunió con el pueblo y les presentó la visión

No sabemos exactamente como Nehemías se presentó ante las personas o con quien se reunió primero, pero sí sabemos que se comunicó con los judíos, los sacerdotes, los nobles, los oficiales y con la gente que hizo el trabajo. Compartió su visión de reedificar los muros y las ramificaciones espirituales del proyecto.


6. los alentó con éxitos del pasado

Con una tarea tan gigantesca como la reedificación de los muros, Nehemías sabía que necesitaba alentar al pueblo. Dijo: «Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho» (Nehemías 2:18).


7. el pueblo aceptó el plan

Dos breves oraciones narran lo que ocurrió luego, pero son el punto crucial para todo el proceso de reedificación: «Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien» (Nehemías 2.18). La gente se había entregado al proyecto. Estaban deseosos de someterse al liderazgo y visión de Nehemías.


8. organizó al pueblo y los puso a trabajar

Cuando el pueblo se puso a trabajar, no lo hizo sin ton ni son. Nehemías los organizó por familias y trabajaron de acuerdo a las prioridades planificadas, comenzando por las puertas de la ciudad.

El enfoque de Nehemías para la realización de su visión requirió mucho trabajo. Fue un gran líder del pueblo, pero sin una cuidadosa planificación el muro nunca se hubiera reedificado.


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Hace un plan antes de dar un paso?


Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes no solo saben hacia dónde van; también llevan a otras personas consigo.

Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar… Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro. Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra. Pero sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros. Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos…. Los que edificaban el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada… y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí (Nehemías 4.6, 10–11, 13, 17–18).

Una cosa es tener una visión para un proyecto. Otra es reunir a toda una ciudad para emprender la tarea a pesar de las amenazas y la fiera oposición de sus enemigos. Sin embargo, eso fue lo que hizo Nehemías.


Principios de Nehemías para tratar con personas

Los muros de Jerusalén fueron reedificados debido a las habilidades de Nehemías para trabajar con las personas y dirigirlas hacia donde necesitaban ir. Si observa el proceso de reedificación, se dará cuenta que puso en práctica los siguientes principios al trabajar con las personas:


1. simplificación

Expresó su visión en los términos más sencillos posible. La meta del pueblo era reedificar el muro.


2. participación

Intentó incluir a cuantas personas le fue posible en el proceso y avanzó con los que estaban listos. Los organizó en grupos naturales basándose en el parentesco. Trabajaron reunidos por familias.


3. delegación

Nehemías combinó las tareas con los trabajadores. Cuenta que «la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá» (Nehemías 4.16 ).


4. motivación

Nehemías sabía motivar a las personas. Se aseguró que supieran por qué estaban luchando, y les dijo: «Acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas« (Nehemías 4.14). Entonces para asegurarse que no lo olvidarían, los instaló frente a sus propias casas.


5. preparación

Puesto que corrían el peligro de ser atacados en cualquier momento, Nehemías los preparó para lo peor. Apostó guardas por turnos y retuvo junto a él al trompetista. Le comunicó a la gente lo que había hecho para que se sintieran más seguros. Les anunció a todos: «La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros» (Nehemías 4.19–20).


6. cooperación

Nehemías continuamente cultivó la cooperación entre el pueblo. Detuvo la práctica de la usura y creó la unidad entre los ricos nobles y el pueblo que se había sentido oprimido. Además reunió al pueblo y les dio de comer a sus expensas. Sin cooperación, el muro no se habría restaurado totalmente. Toda esa obra se completó en cincuenta y dos días: es un testimonio de la obra de equipo que Nehemías promovió entre el pueblo.


7. celebración

Cuando toda la tarea se terminó, Nehemías ayudó al pueblo a celebrar. Ordenó la formación coros de acciones de gracias para que cantaran, la organización de una gran fiesta y la lectura del libro de la Ley. Cuando Esdras terminó de leer y el pueblo lloraba, Nehemías les dijo: «Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza» (Nehemías 8.10). Aun el recuerdo escrito de Nehemías de la reedificación de los muros es una celebración y aliento para quienes participaron.

Ninguna gran tarea se logra sin un pueblo que haga el trabajo y un líder que los guíe. Cuando hay convergencia de la oportunidad del momento, de la necesidad de la gente, el propósito del líder y el llamado de Dios, aun lo imposible se hace posible.


Ninguna gran tarea se logra sin un pueblo que haga el trabajo y un líder que los guíe.

Pregunta de reflexión para hoy:

¿A quiénes está reuniendo para su viaje de liderazgo?


Cómo dar vida a esta ley

Asimílela

Repase los cuatro pensamientos del liderazgo para esta semana:

1. Los Líderes No Solo Saben Adónde Van; También Saben Cómo llegar.

2. Los Líderes Encuentran Propósito En Las Necesidades Que Los rodean.

3. El Líder Sigue La Regla Del Carpintero: Mide Dos Veces, Y Aserra una.

4. Los Líderes No Solo Saben Hacia Dónde Van; También Llevan A otras Personas Consigo.

Piense cuál afirmación describe mejor su mayor fortaleza personal como líder. ¿Cuál revela su debilidad? Dedique varios minutos a pensar sobre las razones para cada una.


1º Organícela

Si no está seguro dónde se encuentra cuando se trata de entender y aplicar la Ley de Navegación, visite el sitio en Internet « www.injoy.com/21 Minutes » para contestar un cuestionario de evaluación de veinticinco preguntas que le ayudarán a medir su habilidad.


2º Póngala en oración

Use las siguientes palabras para comenzar su tiempo de oración:

Amado Dios, sé que tienes un propósito para mi vida. Te pido que me reveles o me confirmes ese propósito cada día. Ayúdame a comprometerme por completo en la situación en que me has puesto en esta etapa de mi vida, para relacionarme con la carga que pongas en mi corazón. Guíame para que progrese en obediencia a tu llamado. Y te ruego que pongas en mí la habilidad de Nehemías para conducir y dirigir a la gente en el cumplimiento de tu visión. Amén.


3º Vívala

¿En qué proyecto o proceso que enfrenta actualmente necesita la capacidad de ayudar a otros en la navegación? Puede tratarse de algo que enfrenta en el hogar, en el trabajo, en el ministerio o en otro lugar. Separe una cantidad adecuada de tiempo para concentrarse por completo en la planificación. Una tarea relativamente sencilla puede requerir unas pocas horas de planificación. Algo mayor podría requerir varios días. Recuerde, la clave de la ley de navegación es la preparación.


4º Divúlguela

¿Qué concepto, idea o práctica específica de liderazgo que ha aprendido en esta semana transmitirá a otro líder en los próximos dos días?


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EMANUEL GONÇALVES

El hombre detrás       de"Lo Justo"

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