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LEY 15º LEY DE LA VICTORIA

LEY 15º LEY DE LA VICTORIA

los líderes encuentran la forma de que su equipo gane

¿Ha pensado alguna qué es lo que separa a un líder que logra la victoria de uno que sufre derrotas? ¿Qué se necesita para ser un ganador? Es difícil poner un dedo sobre la cualidad que separa al ganador del perdedor. Cada situación de liderazgo es diferente. Cada crisis tiene sus propios desafíos. Pero pienso que los líderes victoriosos comparten la incapacidad de aceptar derrotas. Algo distinto de ganar no es alternativa para ellos, de modo que calculan lo que deben hacer para lograr la victoria, y luego la buscan con todo lo que tienen a su disposición …

Cuando tienen presión, los grandes líderes están a sus anchas. Lo que hay dentro de ellos aflora a la superficie … Los líderes que practican la Ley de la Victoria creen que solo el éxito es aceptable. No tienen un plan B. Eso los mantiene en la lucha.

D e « L a ley de la victoria » en 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo


Día 1

Josías y la Ley de la Victoria


Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

La victoria es precedida por un gran descubrimiento.

Lecturas bíblicas


2 Crónicas 34.1–35.27

¿Cómo alguien se convierte en un Michael Jordan? ¿O un Winston Churchill? ¿O un Winston Marsalis? ¿O una Madre Teresa? ¿Cómo puede uno llegar a ser tan bueno en lo que hace que se niega a hacer otra cosa que no sea tener éxito, sin importar las circunstancias que enfrente? Creo que la respuesta es que primero hace un gran descubrimiento.


Aquí comienza todo

De las cuatro personas que mencioné, ninguna carecía de talento. Los cuatro son ejemplos de personas que trabajan arduamente. Pero el talento y una firme ética de trabajo no son suficientes para asegurar la victoria. (¿Acaso no ha conocido a muchas personas talentosas y trabajadoras que nunca ganan?) Los descubrimientos hacen la diferencia: no importa si la persona es líder o seguidor, famoso o desconocido, poderoso o débil.

Supe del poder del descubrimiento al pastorear mi primera iglesia. Una mujer de la iglesia me pidió que visitara a su hermano enfermo en el hospital. Me dio alegría hacerlo e hice de su pieza una de mis paradas regulares en la visitación cada semana. Disfrutaba las visitas. Conversamos de todo tipo de cosas. Nuestro tema favorito eran los Rojos de Cincinnati, nuestro equipo de béisbol favorito.

Un día, después de hacer mi visita en el hospital, llamé a Margaret, mi esposa, para avisarle que iba de regreso a casa. Quedé profundamente impactado cuando me dijo que el hombre había muerto. No lo podía creer, porque hacía menos de una hora que había estado con él. Entonces me golpeó esto: nunca compartí mi fe con él. Comprendí que en ese momento él podría estar en el infierno porque tuvo la desdicha de tenerme como pastor. Me sentí destruido y comencé a llorar.

Pocos días después dirigí el servicio fúnebre y no pude dejar de llorar. Su hermana pensó que lloraba porque lo amaba, pero sabía que le había fallado a él y a Dios. Por meses no pude sobreponerme al dolor de este fracaso. Me comía por dentro. Finalmente una noche no pude resistir más. A las 3:00 a.m. me tendí en el suelo mientras luchaba con Dios. Descubrí que había hecho de Dios mi Salvador, pero no mi Señor. Supe que debía elegir si iba a dejar o no que me quebrantara y me rehiciera como el hombre que él quería que yo fuera. Fue un momento de descubrimiento, y con ansiedad me entregué a Dios otra vez.

Toda mi vida cambió. Mis prioridades cambiaron completamente. Dejé de preocuparme por tener victorias sobre la gente y me entregué a agradar a Dios. Mi ministerio tuvo un giro de ciento ochenta grados, comencé a compartir mi fe, y la iglesia comenzó a crecer. Las vidas que toqué fueron afectadas por Dios.


Descubrimiento para Dios

Cuando observo retrospectivamente mi vida, puedo identificar siete victorias importantes en mi liderazgo, y puedo atribuir cada una de ellas a un descubrimiento personal que lo precedió. Si examina la vida de Josías, puede ver lo mismo. Cuando buscó a Dios, hizo un descubrimiento que le permitió una gran victoria. Leemos en las Escrituras: «Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda» ( 2 Crónicas 34.2 ). Como resultado, la nación fue purgada de sus ídolos, redescubrieron el Libro de la Ley y el pueblo volvió al verdadero culto a Dios. Lo que Josías quería por sobre todas las cosas era ganar el corazón de Dios. Y lo hizo. La Biblia dice que fue el más piadoso de todos los reyes de los hebreos.

Así como la victoria fue posible para Josías, es posible para usted. Para lograrla, no puede mirar solo la victoria. Necesita poner el fundamento, y eso significa vivir una experiencia de descubrimiento personal.

Pregunta de reflexión para hoy:

¿Ha experimentado un momento de descubrimiento personal que lo haya llevado a la victoria?


Día 2

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

La victoria es posible a pesar de las circunstancias insuperables.

No hubo otro rey antes de él [Josías], que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual ( 2 Reyes 23.25 )

La mayoría de las personas creen que los ganadores logran el éxito porque todo les resultó más fácil que a nosotros. Ellos tienen suerte. Tienen más talento. Nacieron en la familia indicada. En otras palabras, sus circunstancias eran mejores que las nuestras. Esa es una evasiva. La gente que logra el éxito suele hacerlo a pesar de terribles desventajas y miserables circunstancias (si tiene dudas al respecto, lea la historia de Dave Anderson, o la de una de muchas otras personas en mi libro Failing Forward ).


Batalla cuesta arriba

Si alguna vez un líder enfrentó una cantidad de circunstancias en contra, fue Josías. Cuando comenzó su reinado, todo parecía estar en su contra. Tuvo que vencer diversos obstáculos:


1. su edad

Solo tenía ocho años cuando se convirtió en rey. Era un niño, aun por las normas de los hebreos que marcaban a los trece años el paso de la niñez a la virilidad. Era cinco años menor que la edad en que la mayoría de los muchachos iniciaban el aprendizaje de un oficio. No tenía influencia ni experiencia.


2. una herencia familiar horrible

La familia de Josías había dejado en Judá un legado de dolor. Si hace una lista de los peores reyes en la historia de los hebreos, Manasés, el abuelo de Josías merece estar primero en la lista. Esta es una descripción de sus acciones:

E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel. Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas. Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén. Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira … Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel ( 2 Reyes 21.2–6 , 9 ).

El abuelo de Josías fue más corrupto que los perversos cananeos que Dios había expulsado de la tierra prometida. El padre de Josías, Amón, siguió el ejemplo de Manasés. Josías no tenía una herencia de piedad en la cual apoyarse.


3. la falta de un modelo positivo

La mayoría de los líderes piadosos se ha desarrollado siguiendo la dirección de otro líder poderoso. Josías es una rara excepción. Los reyes que le precedieron no solo no le proveyeron de un buen modelo, sino al parecer no hubo otros líderes presentes en Jerusalén que pudieran guiarle y dirigirle. El profeta Jeremías solo comenzó su ministerio en el año catorce del reinado de Josías. Por ese tiempo, el joven rey ya había limpiado la nación de ídolos y de altares a dioses falsos.


4. la miserable condición espiritual del país

Cuando Josías fue nombrado rey, el templo de Jerusalén podía ser una dramática representación del punto en que se encontraba espiritualmente el pueblo. La casa de Dios estaba en ruinas, y no había deseos ni esperanzas de reparar el daño. El pueblo de su tiempo se había descarriado por su propio camino. No quería saber nada de Dios, y como resultado, nunca habían tenido la experiencia de su bendición y renovación espiritual.


No hay montaña demasiado alta

Josías no permitió que nada lo detuviera. Su mayor deseo era dedicarse de todo corazón a Dios y a ganar al pueblo para él. Y lo hizo. Se deshizo de los ídolos de la nación. Reparó el templo de Dios y volvió a poner en él el arca. En el proceso los hebreos redescubrieron el libro de la Ley, lo que produjo una completa renovación de su dedicación a Dios. El liderazgo de Josías se resume en 2 Crónicas 34.33 :

Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaban en Israel sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.

Realmente no importa qué circunstancias enfrentan los líderes o cuántos obstáculos deban vencer. La victoria siempre es posible. Pero primero, los líderes deben estar dispuestos a enfrentar al peor de sus enemigos: ellos mismos. Es el tema de la lección de mañana.

Pregunta de reflexión para hoy:

¿En qué circunstancias insuperables ha aceptado la derrota?


Día 3

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

La primera victoria del líder es sobre sí mismo.

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado ( 1 Corintios 9.24–27 ).

A todos nos gusta ganar. No hay nada como una victoria y la celebración que la acompaña. Nos gusta recibir el premio del vencedor. Es una marca de haberlo logrado. Pero un peligro de concentrarse en el premio es que podemos pensar que la victoria es algo que ocurre fuera de nosotros. No es así. Ganar es una tarea interior. El trofeo o medalla es el reconocimiento de una victoria interior. La atención de Pablo en 1 Corintios está en la forma que nos preparamos y la forma que corremos, no en el trofeo.

El equipo que logra la victoria es el comprendido por individuos que primero ganaron sus victorias internas. La primera persona en cualquier equipo que debe enfrentar estas batallas internas es el líder, sea un entrenador, padre, empleado, pastor, capitán de equipo, o empresario.


Cómo lograr una victoria personal

¿Cómo sale el líder a buscar una primera victoria sobre él mismo? ¿Qué se requiere? Considere lo que Josías hizo y cómo se venció a sí mismo primero para lograr aceptación:


1. permaneció abierto y enseñable

Los líderes que no están dispuestos a aprender nunca ganan. Pero los líderes abiertos al cambio se ponen en una posición que les permite ganar sus batallas. Aun las personas con un firme historial de victorias pasadas necesitan permanecer enseñables si quieren seguir ganando. Ese fue el secreto del entrenador de baloncesto de la UCLA, John Wooden, como expliqué en El viaje del éxito. Después de ganar múltiples campeonatos de NCAA, estuvo abierto a los cambios y deseoso de crecer como líder.

El mismo tipo de apertura y deseo de aprendizaje podemos ver en Josías. Vemos en las Escrituras que «a los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre» ( 2 Crónicas 34:3 ). A los dieciséis años, en vez de tratar de convencer a todos que ya lo sabía todo (como ocurre con muchos adolescentes), se humilló. Se apartó de los caminos de su arrogante padre, y buscó a Dios.

Se necesita ser enseñable para ganar las batallas internas. Si desea ganar la primera batalla—consigo mismo—entonces necesita poseer esta cualidad.


2. removió los obstáculos del pasado

Todos los líderes tienen que luchar con su bagaje. Es ineludible. Si un líder toma una organización después de otro líder, hereda problemas. Pero los líderes que fundan su organización traen su propio bagaje personal. De una u otra forma, un líder tiene que ganar batallas, incluyendo las luchas con el pasado.

Para Josías, una batalla importante fue el culto a los ídolos. Desde el tiempo del rey Salomón, el culto de otros dioses había sido una piedra de tropiezo para los judíos. Josías comprendió eso y decidió hacer algo al respecto. Limpió el país de ídolos. Eso requirió un valor increíble. Tenía solo veinte años y estaba peleando contra más de trescientos años de tradición y de desobediencia voluntaria contra Dios, no solo por el pueblo, sino también por todos los reyes de Israel y Judá.

Cuando trate de lograr la victoria en su organización, usted enfrentará y superará problemas creados en el pasado. Pueden ser tradiciones a las cuales se aferra la gente, a pesar de su ineficacia. Puede tratarse de jugadores deficientes que hay que sacar del equipo. Puede tratarse de errores de juicio cometidos por usted o por sus antecesores. Puede incluir pecados del pasado que permanecen sin arrepentimiento. No importa su naturaleza, usted debe hallar valor en su interior para enfrentarlos y resolverlos.


3. comprendió lo que necesitaba dar y lo dio

La victoria siempre tiene un costo personal para los líderes. No pueden mantenerse fuera del proceso y dirigirlo. Tienen que estar involucrados.

Para Josías, eso significó reparar el templo y restaurar la celebración de la Pascua. Primero, Josías entregó fielmente los fondos al sumo sacerdote, práctica que evidentemente había sido descuidada por los reyes anteriores, si se considera el estado ruinoso del templo. Pero eso no fue suficiente para Josías. Él quería honrar y adorar a Dios, y quería que su pueblo hiciera lo mismo. Así llevó a los hebreos a guardar la Pascua con dedicación y reverencia, y lo hizo a gran costo personal. De sus posesiones, dio treinta mil corderos y cabritos y tres mil becerros para que el pueblo ofreciera sacrificio:


La victoria siempre tiene un costo personal para los líderes. No pueden mantenerse fuera del proceso y dirigirlo. Tienen que estar involucrados.

Y los hijos de Israel que estaban allí celebraron la pascua en aquel tiempo, y la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete días. Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel celebró pascua tal como la que celebró el rey Josías, con los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los que se hallaron allí, juntamente con los moradores de Jerusalén ( 2 Crónicas 35.17–18 ).


4. reconoció la clave para la victoria

Todo líder está investido con la responsabilidad de hallar la clave de la victoria para su pueblo. Para Josías esa clave fue el arrepentimiento. Después de descubrir y leer el libro de la Ley, Josías se arrepintió de sus pecados y de los de su pueblo. Y preparó a sus conciudadanos para seguir su liderazgo.


Cada situación de liderazgo es diferente, pero todas contienen una clave para la victoria. Si usted es el líder debe hallar la clave y hacerla funcionar.

Cada situación de liderazgo es diferente, pero todas contienen una clave para la victoria. Si usted es el líder debe hallar la clave y hacerla funcionar.


5. mantuvo un compromiso personal para tener éxito

La gente nunca estará más motivada que su líder. si la gente de una organización descubre que su dedicación es superior que la de su líder, buscarán otra organización con otro líder. La dedicación personal de Josías inspiró al pueblo para ser fieles a pesar de sus malos deseos y de su historia. La Escritura recuerda:

Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro ( 2 Crónicas 34.31 ).

El resultado de la fidelidad y dedicación de Josías fue fidelidad y dedicación de parte del pueblo. El autor de Crónicas continúa diciendo: «No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió» ( 2 Crónicas 34:33 )

Si quiere que su equipo triunfe, entonces necesita ganar algunas batallas en su interior. No puede ganar a menos que primero no gane en su interior. Haga esto, y se colocará usted—y a su equipo—en una posición de victoria.

Pregunta de reflexión para hoy:

¿Está asumiendo responsabilidad por sus victorias?


Día 4

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

La victoria del pueblo sigue al descubrimiento del líder.

Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano … He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe … Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen ( 2 Timoteo 4.6–7 , 17 ).

Si ha experimentado descubrimientos importantes en su vida, y está peleando las batallas en su interior, entonces se está colocando en el mejor lugar para llevar a su equipo a la victoria. Pero eso podría no ser suficiente. Para que la organización pueda subir al nuevo nivel, puede ser necesario que su gente experimente sus descubrimientos personales.


Cómo ayudar a otros a abrirse paso para la victoria

Como líder, usted puede impactar a su gente cuando se trata de descubrimientos personales. Esta es una buena manera de hacerlo:


1. entienda el tiempo del descubrimiento

El asunto del tiempo en el liderazgo es tan importante que tiene una ley propia. Pero cuando se trata de provocar un descubrimiento en su pueblo, reconozca que hay tres tiempos principales para guiar a su gente a un descubrimiento que conduzca a la victoria. La gente está lista para el cambio cuando …

• sufre tanto que necesita una experiencia de descubrimiento

• aprende tanto que quiere una experiencia de descubrimiento.

• recibe tanto que está en condiciones de abrirse paso.

A medida que trabaja con las personas de su organización, déle oportunidades de aprendizaje, déle recursos y ánimo, y preste atención a su situación mental, espiritual y emocional. Cuando estén preparados, déle un empujoncito suave para que salten el obstáculo.


2. ore por una experiencia de descubrimiento

Cuando se trata de experimentar un descubrimiento, puede no valer la pena si Dios no está en él. Además, si Dios no está, usted no podrá hacer que ocurra en ninguna forma. El reconocido evangelista John Wesley dijo: «Dios no hace nada si no es en respuesta a la oración».

Lo mejor que puede hacer por su gente es orar por ellos. Interceda por ellos. Pídale a Dios una experiencia de descubrimiento. Luego pídale a Dios que le ayude a hacer su parte, que revele a su gente lo que les corresponde y que haga él su parte.


3. conviértase en una persona que abre caminos

La gente hace lo que ve. Si usted vive de tal modo que demuestra lo que es una persona que abre caminos, su gente dará valor a las experiencias de descubrimiento, y tendrá un modelo genuino para seguir.

¿Cómo puede convertirse en una persona que abra camino? He descubierto que la mayoría de las personas de abre caminos exhibe estas cualidades:

Vulnerabilidad . Comprenden que no son perfectos, no pueden hacerlo todo, y necesitan de Dios para establecer la diferencia.

Humildad . No están para probar algo, y no les importa quién recibe el crédito. Están contentos de compartir el centro de atención cuando tienen éxito.

Transparencia . Su vida es un libro abierto. Reconocen cuando no han logrado alcanzar su meta al igual que cuando Dios obra en su vida.

Usted no puede garantizar que experimentará un momento de descubrimiento. Pero sí puede controlar el tener o no estas cualidades.


4. encuentre líderes que abran caminos

Tener a su alrededor algunos líderes fuertes que sean capaces de experimentar momentos de descubrimiento puede hacer una gran diferencia en las vidas de su gente. Cuando estas personas están en el equipo, el éxito es casi inevitable. Es como tener un equipo de catalizadores que abren camino trabajando a su lado.

Si quiere tener un equipo ganador, tiene que tener jugadores ganadores. La mejor manera de hacer esto es crear momentos de descubrimiento. Si puede convertirse en una persona que abre camino que dirige un equipo de líderes que abre camino, que supervisa y dirige una organización llena de personas que abren caminos, entonces la victoria es inevitable.

Pregunta de reflexión para hoy:

¿Está su gente ganando o perdiendo?


Día 5

Cómo dar vida a esta ley Asimílela

¿Cómo le va cuando se trata de la Ley de la Victoria? Al igual que Josías, ¿halla usted el camino para que su equipo gane? Recuerde los siguientes pensamientos:

1. La victoria es precedida por un gran descubrimiento.

2. La victoria es posible a pesar de las circunstancias insuperables.

3. La primera victoria del líder es sobre sí mismo.

4. La victoria del pueblo sigue al descubrimiento del líder.

Si no está seguro cómo medir su capacidad de abrir camino, considere esto: los líderes victoriosos siempre levantan: (1) hombres y mujeres; (2) la moral y (3) dinero. Si estos tres aspectos crecen, entonces usted y su equipo están en posición de tener al victoria.


Organícela

Si no está seguro dónde se encuentra cuando se trata de entender y aplicar la Ley de la Victoria, visite el sitio en Internet « www.injoy.com/21 Minutes » para contestar un cuestionario de evaluación de veinticinco preguntas que le ayudarán a medir su habilidad.


Póngala en oración

Use las siguientes palabras para comenzar su tiempo de oración:

Amado Dios, el cronista dice que cuando los pueblos de Amón, Moab y Monte Seir estaban por atacar a los hijos de Israel, Josafat oró: «Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás». Solo tú, Señor, puedes darnos la victoria a mí y a mi pueblo. Me someto a ti y te ruego que tengas parte conmigo conforme a tu voluntad. Amén .


Vívala

Háblele a tres amigos o colegas que lo conozca bien (si es realmente valiente, háblele a su esposa). Pídales que lo califiquen de 1 (bajo) a 10 (alto) en las tres cualidades mostradas por personas que abren camino: vulnerabilidad, humildad y transparencia. Ataque directamente sus debilidades en las tres cualidades haciendo lo siguiente:

Vulnerabilidad . Propóngase, al menos por una semana, reconocer y aceptar que cometa un error, y pedirle perdón a la persona o grupo afectado.

Humildad . Decídase a no recibir el crédito por éxitos logrados por su grupo en determinada extensión de tiempo: una semana, un mes o durante la duración de un proyecto en particular.

Transparencia . Almuerce con un amigo una vez al mes durante seis meses y comparta con él dónde está fallando en el logro de sus metas y cómo Dios está obrando en su vida. Además pídale consejo, si viene al caso.


Divúlguela

¿Qué concepto, idea o práctica específica de liderazgo que ha aprendido en esta semana transmitirá a otro líder en los próximos dos días?



LEY DE LA VICTORIA

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EMANUEL GONÇALVES

El hombre detrás       de"Lo Justo"

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