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LEY 17º LA LEY DE LAS PRIORIDADES

LEY 17º LA LEY DE LAS PRIORIDADES


los líderes entienden que la actividad no es necesariamente un logro


Los líderes nunca crecen al punto que ya no necesitan priorizar. Es algo que los buenos líderes siguen haciendo, sea en la conducción de un grupo pequeño, el pastoreo de una iglesia, la administración de un pequeño negocio o la dirección de una corporación de mil millones de Euros … Stephen Covey decía: «Líder es el que se sube al árbol más alto, examina toda la situación y grita: “¡Selva equivocada!”»

Las cosas que dan la mayor recompensa personal son los encendedores del fuego en la vida del líder. Nada da más energía a una persona que la pasión… Tim Redmond reconoce: «Hay muchas cosas que atraerán mis ojos, pero solo unas pocas acapararán mi corazón…»

Dedique tiempo a evaluar sus prioridades de liderazgo… ¿Está usted disperso por todos sitios? O ¿se está concentrando en unas pocas cosas que dan el mayor beneficio? … El mayor éxito solo llega cuando hace que su gente se concentre en lo que realmente importa.


Día 1

Pedro y la Ley de las Prioridades

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes ponen las primeras cosas, en primer lugar.


Lecturas bíblicas

Marcos 9.113 ; Juan 21.1–19 ; Hechos 1.1–2.47 ; 6.1–7

Cuando de éxito se trata, lo más importante es dar el primer lugar a lo primero.


«Es sabio el hombre que no gasta su energía en la persecución de lo que no es adecuado; y es más sabio aun el que de entre las cosas que puede hacer bien, elige resueltamente la mejor de todas».


La persona de éxito no permite que las cosas sin importancia de su vida lleguen a ser lo importante. A la inversa, no permite que las cosas importantes dejen de ser importantes. Se forman el hábito de dedicar sus mejores recursos a sus mejores logros. En resumen, ordenan sus actividades de tal modo que siempre gravitan hacia el éxito.


Cómo entender lo que es más importante

Cuando Pedro era un joven pescador en Galilea, nadie hubiera pensado que estaba destinado a convertirse en un apasionado líder de la primera iglesia cristiana. Después de todo, casi no tenía educación y probablemente habría estado feliz viviendo en el anonimato el resto de su vida. Pero Dios tenía otra cosa en su pensamiento, y en el momento en que Pedro se encontró con Jesús, sus prioridades comenzaron a cambiar.

Como muchos líderes, Pedro tuvo que aprender a poner en primer lugar lo primero, porque las Escrituras revelan bastante sobre las incoherencias de su conducta y sus muchas decisiones irracionales. Pero mientras más tiempo pasó con Jesús, más aprendió la diferencia entre la simple actividad y el logro.

Durante tres años Pedro observó que las prioridades de Jesús fueron probadas sobre una base regular. Durante tres años vio que Jesús coherentemente invirtió solo en las cosas que le permitirían cumplir su misión, a pesar de las muchas cosas que exigían su atención. Creo que con el paso del tiempo, las acciones provocaron impresiones duraderas en Pedro. Cuando llegó el momento de tomar el liderazgo, sus prioridades estaban en orden, y guió a su gente con mucha confianza.


Dios bendice las prioridades correctas

Cada vez que Pedro se enfocó en lo importante, Dios bendijo sus acciones. En Pentecostés, esperó que Dios preparara el corazón del pueblo antes de hablarle, y tres mil personas captaron su visión y se convirtieron (Hechos 2). Delante de la corte religiosa, se negó a dejar de predicar porque sabía que obedecer a Dios era más importante que obedecer a los hombres (Hechos 4.18–20). Cuando los judíos helenistas se quejaron de una provisión insuficiente de alimentos, Pedro delegó la tarea en siete hombres capaces para que ellos y los demás apóstoles pudieran concentrarse en la misión de predicar.

Como Pedro, entre muchas cosas que demandan su atención y tiempo, los grandes líderes eligen y disciernen no solo lo que necesita hacerse primero, sino también lo que no es necesario hacer. Eso se inicia con una pasión por lograr la excelencia. Podría decirse que Pedro es el personaje más animado en la Escritura. Era apasionado en todo, a veces aun en lo incorrecto. Pero a la larga, Pedro aprendió dónde enfocar su pasión. Aprendió qué era lo que tenía precedencia en su vida. Cuando eso ocurrió, estuvo en condiciones de dirigir con eficacia.

Lo mismo es válido para todo líder. Cuando usted enfoca su pasión en lo más importante, su liderazgo se eleva a nuevas alturas, y puede avanzar continuamente en la dirección del éxito. John M. Goddard dijo: «Si usted sabe realmente lo que quiere de la vida, es asombroso cómo las oportunidades aparecerán para permitir que las lleve a cabo».


«Si usted sabe realmente lo que quiere de la vida, es asombroso cómo las oportunidades aparecerán para permitir que las lleve a cabo».


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Cómo decide lo que debe ir primero?


Día 2

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes lo ven todo pero se concentran en lo importante.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor ( Efesios 5.15–17 ).

Su misión es el fundamento de sus prioridades. Cuando Pedro entendió que su misión era difundir el cristianismo—y nada menos—eso se convirtió en el fundamento de sus decisiones. Todo lo que hacía reforzaba la dirección en que iba. Pero no tenía la visión limitada como en un túnel. Como todos los grandes líderes veía todo el cuadro primero, luego decidía en qué iba a centrar su atención.


Cómo agudizar su enfoque al expandir su visión

Quizás usted se parezca a la forma de ser de Pedro al principio: lleno de pasión, pero carente de dirección. La buena noticia es que ya tiene la mitad de la ecuación. La mala noticia es que si no sabe hacia dónde va, acabará girando en falso. O peor, pasará años yendo en una dirección completamente errada.

Pero cuando está seguro de la dirección que debe tomar, sus prioridades se hacen más claras, y sus acciones toman un sentido significativo. La ecuación completa es como sigue:

Gran pasión + clara misión = acción enfocada

Cuando los judíos helenistas vinieron a Pedro para presentar su queja, Pedro reconoció que al resolver la necesidad de ellos, podría adelantar su misión. Pero también se dio cuenta que no era una prioridad que esa tarea la hiciera personalmente. Comprendió que su trabajo era preocuparse de la necesidad real de la gente: oír la verdad de la palabra de Dios. En lugar de tratar de hacerlo todo, delegó la tarea a siete hombres que sabía que serían competentes para seguir con el trabajo. Como resultado se solucionaron dos problemas.

Al examinar más cuidadosamente la situación de Pedro, podemos aprender mucho sobre cómo concentrarnos en las prioridades aunque todavía mantengamos la vista en el panorama completo. Pedro demostró que cuando surge la necesidad, los líderes enfocados …


1. determinan la validez de la necesidad

Los líderes fuertes siempre son los primeros en reconocer cuándo se debe tomar un curso de acción, y rápidamente consideran cómo debe irse adelante. Pedro sabía que si la petición de los judíos helenistas no era atendida, la iglesia iba a perder impulso. En lugar de tratar de enfrentar la necesidad personalmente (como muchos líderes hacen), decidió que no era su prioridad y consideró otro modo de hacerle frente.

¿Cómo reacciona usted cuando su gente le presenta una necesidad genuina? ¿Detiene lo que está haciendo e inmediatamente trata de resolver? ¿Asiente con la cabeza como si estuviera interesado, y luego lo deja de lado y lo olvida? O, como Pedro, ¿da un paso atrás, mira todo el cuadro y decide cuál es la acción apropiada según sus prioridades?


2. buscan oportunidades de liderazgo

Aun cuando una necesidad válida no es su prioridad, puede proveer una oportunidad de aprendizaje para alguien de su grupo. Pedro reconoció prontamente que era más importante para él y los demás apóstoles seguir enseñando en vez de distribuir el alimento. Pero también reconoció la oportunidad de usar la situación para desarrollar algunos lideres que se estaban levantando.

¿Es la gente una de sus principales prioridades? Antes de echar algo en el incinerador, evalúe si queda dentro de las responsabilidades de una o más de sus personas. Recuerde que los líderes más eficaces tienen que concentrarse solo en una pocas cosas; confían que su personal puede hacer el resto.


3. delegan la tarea sobre personas competentes

Delegar es una herramienta básica del líder. Si se usa en forma correcta, puede llevar su eficiencia a un nivel completamente nuevo. Cuando Pedro y los apóstoles decidieron que no era su prioridad enfrentar personalmente la necesidad presente, eligieron con cuidado un equipo de siete personas consideradas maduras y capaces de llevar a cabo la tarea en lugar de ellos.

En lo referente a delegar, siempre es su responsabilidad señalar la persona adecuada. No hay nada peor que tener de regreso una necesidad porque la persona que nombró para ello no era competente. Eso disminuye su eficiencia, y finalmente puede perjudicar su credibilidad como líder. Antes de delegar una tarea, asegúrese de conocer las destrezas y capacidades de su personal.


4. confirman y comisionan a su gente públicamente

Pedro y los discípulos crearon su equipo para tener éxito. No solo se aseguraron que los siete hombres eran los adecuados para enfrentar la necesidad; también los presentaron ante el pueblo como líderes dignos. Al hacerlo así, hicieron que los hombres sintieran confianza y seguridad de tener éxito en favor de toda la causa.

¿Es más importante para usted lograr que se hagan las cosas o lograr que se hagan bien? Muchos líderes actúan precipitadamente y delegan una tarea solo para poder eliminarla de su agenda. Perciben equivocadamente el delegar como un modo de disminuir sus distracciones en vez de crecer en eficacia. Sin embargo, los grandes líderes entienden que su eficiencia es una función del éxito de su gente, y que ellos constituyen su prioridad para ayudarles en el éxito.

Como todo líder eficiente, Pedro comprendió la diferencia entre actividad y logro. Siempre consideró una necesidad primero a través del lente más grande: su misión general. Luego enfocó lo que era necesario hacer, primero por él y luego por los demás. Como resultado, la Escritura dice que el número de los cristianos creció continuamente bajo su liderazgo.


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Se está enfocando en las cosas correctas?


Día 3

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes invierten su tiempo en lo que produce los mayores dividendos.

Prepara tus labores fuera, Y disponlas en tus campos, Y después edificarás tu casa ( Proverbios 24.27 ).

La misionera Amy Carmichael escribió sabiamente: «Tendremos toda la eternidad para celebrar las victorias, pero solo unas pocas horas antes de la puesta del sol para ganarlas». Sin la limitación de tiempo, quizás no habría necesidad de priorizar. Pero el tiempo lo limita y obliga a tomar decisiones. Mientras más tiempo pasa en las cosas que no le corresponden, menos tiempo tiene para invertir en lo correcto, y más tiempo le lleva lograr el éxito. Pero cuando usted aprende a usar el tiempo con sabiduría en las cosas que traen a su organización más satisfacción y éxito, generalmente al final le queda tiempo libre.

En resumen, tener éxito no consiste en cuán arduamente usted trabaja, sino con cuánta inteligencia lo hace. Hay una historia, que generalmente cuento en mis conferencias, acerca de un hombre al que le dijeron que si trabajaba con toda su fuerza, tendría éxito y se haría rico. El trabajo más duro que conocía era cavar pozos, así que comenzó a cavar grandes pozos en su patio, cada uno más grande que el anterior. Pero finalmente no se hizo rico; lo que logró fue un dolor de espalda. Pasó mucho tiempo trabajando arduamente, pero el trabajo no tenía objetivo.


«Tendremos toda la eternidad para celebrar las victorias, pero solo unas pocas horas antes de la puesta del sol para ganarlas».


Organice o agonice

Hablando en términos generales, hay cinco maneras en que la gente distribuye su tiempo. Cuando Pedro entendió la manera correcta de organizar su tiempo, causó un gran impacto. Lea los siguientes estilos organizacionales y determine cuál describe mejor la manera en la que usted distribuye el tiempo:


1. urgente: primero lo que hace mucho ruido

Pedro pudo haber caído fácilmente en la trampa de atender en primer lugar lo urgente. Cuando los judíos helenistas dieron a conocer sus quejas, pudo haber tomado el asunto en sus manos a fin de hacerlos callar. Pero él sabía que eso sería un derroche de su tiempo. En cambio, pidió a los demás que se preocuparan del asunto en su lugar y casi no interrumpió su marcha.

Seguramente usted ha oído decir: la rueda que cruje consigue la grasa. Bueno, esa no debe ser siempre la situación en el liderazgo. En el transcurso del tiempo, se encontrará con muchas ruedas que crujen en forma de peticiones, sugerencias o quejas de personas dentro de su organización. Algunas de ellas serán válidas y merecerán que se les dedique algún tiempo. Pero frecuentemente, engrasar las ruedas que crujen en su organización, no será el mejor modo de usar su tiempo. Aunque es tentador, en especial si le gusta agradar a la gente, usted tendrá que aprender a discernir cuál rueda realmente necesita grasa, cuáles pueden ser engrasadas por otro y cuáles seguirán crujiendo sin importar lo que haga.


2. desagradable: primero las cosas difíciles

Cuando éramos jóvenes, a muchos de nosotros se nos enseñó a hacer primero lo más difícil. Es la mentalidad «la cena primero, el postre después». Esto tiene alguna validez, pero no porque algo es difícil debemos ponerlo al principio de nuestra lista.

Si Pedro se hubiera suscrito esta noción, hubiera distribuido personalmente los alimentos a las viudas. De todo lo que estaba haciendo en ese tiempo, eso podría haber parecido lo más desagradable. La Escritura no dice cuánto tiempo tomó la tarea de distribución de los alimentos, pero quizás terminó siendo un trabajo de tiempo completo. Si Pedro hubiera asumido esa tarea, habría perdido muchas oportunidades de enseñar y dirigir.

Usted tiene que ser capaz de controlar sus motivos. Si tiene una fuerte ética laboral, naturalmente querrá hacer primero lo difícil. Pero no inicie el trabajo duro sin antes determinar el valor de sus acciones. Si hacer algo más fácil es un mejor uso de su tiempo, entonces hágalo antes de emprender lo difícil.


3. inconcluso: primero lo último

Si es como la mayoría de los líderes, usted trabaja con agenda diaria. Y muchas veces su lista de «quehaceres para el día» queda inconclusa. Si completa solo ocho de los diez puntos de su lista, su tendencia automática es poner los dos puntos restantes al principio de la lista del día siguiente. Es posible que, si los dos puntos estaban al final de la lista, no eran prioridad. Y necesariamente no van a ser prioridad al día siguiente.

¿Qué cree usted que hubiera hecho Pedro si solo la mitad de las viudas hubieran recibido alimento al principio? Aun si los hombres designados por los apóstoles no hubieran terminado la tarea, es casi seguro que él hubiera continuado en la tarea de predicarle a la gente.

Antes de dedicar tiempo a completar el trabajo inconcluso del día anterior, evalúelo en comparación con las cosas que necesita terminar. Si la conclusión de una tarea no es todavía la prioridad, póngala al final de su lista y trabaje en ello después de terminados los puntos más importantes.


4. frustrado: primero lo aburrido

De los cinco estilos, quizás este es el más común. Si sigue este modelo, su tendencia será hacer las cosas aburridas y rutinarias en primer lugar, sin embargo, es muy poco probable que esto sea lo más importante.

Puesto que Pedro era humano, tal vez haya habido momentos en su vida cuando hubiera preferido concentrarse en lo que le serviría para tener su próxima comida o el mejor rumbo para su próximo viaje. Pero Jesús le había enseñado a no preocuparse de estas cosas. Tenía que concentrarse en lo de mayor importancia: la predicación del evangelio.


5. fundamental: primero lo primero

Pedro entendió el concepto de destinar tiempo solo a lo que se necesitaba hacer primero. No trató de hacer más cosas en el día usando el recurso de hacer lo fácil o lo más atrayente. Se apegaba a lo más importante y dejaba el resto para los demás, o lo dejaba sin hacer.

¿Tiene por costumbre dedicar tiempo a lo más importante primero? Comprométase a seguir el ejemplo de Pedro, y dedique su mejor tiempo—ahora y siempre—a las tareas más importantes.

Aunque es admirable ser ambicioso y trabajador, es más deseable trabajar con inteligencia. La clave para ser un líder más eficiente no es acabar con su lista de quehaceres del día. Está en formarse el hábito de priorizar su tiempo de modo que siempre esté haciendo lo más importante. Cuando pueda hacer eso, no pasará mucho tiempo antes que comience a ver superadas sus expectativas como líder.


Pregunta de reflexión para hoy:

¿Invierte su tiempo en forma sabia?


Día 4

Pensamiento sobre liderazgo para hoy:

Los líderes ponen a las personas donde todos ganan.

Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? ( 1 Corintios 12.14–19 )

Todos los que han pasado algún tiempo a mi alrededor conocen el principio de Pareto. El concepto es que el veinte por ciento superior de sus prioridades le da un dividendo del ochenta por ciento. La mayoría de los líderes concuerda que el principio 80/20 funciona bien cuando se trata de priorizar en el ámbito de las finanzas o del tiempo. Reconocen los dividendos que produce. Sin embargo, muchos líderes son renuentes a aplicarlo a las personas.


Las mejores personas primero

Al igual que Jesús, Pedro practicó el principio 80/20 con las personas. Todo lo que Pedro necesitaba aprender acerca de priorizar las personas, lo aprendió del ejemplo de Jesús. Cuando uno estudia la forma cómo empleó Jesús el tiempo con las personas, se da cuenta que no dedicó igual cantidad de tiempo a todos. Aunque dedicó mucho tiempo a las multitudes, la mayor parte de su tiempo la dedicó a doce hombres: los discípulos a quienes entregó su legado. Si mira con más cuidado, notará que del grupo de los doce, hubo un grupito selecto con quienes Jesús invirtió más tiempo que en los demás: Pedro, Jacobo y Juan. Después serían los padres fundadores del movimiento cristiano. Jesús los amaba a todos, pero invirtió su tiempo en las personas que dirigirían a otros e invertirían en ellos.


Aunque dedicó mucho tiempo a las multitudes, la mayor parte de su tiempo la dedicó a doce hombres: los discípulos.


No tengo dudas que el método de Jesús de priorizar su tiempo con personas tuvo un efecto duradero sobre Pedro. Poco después, Pedro instintivamente trató de poner personas donde pudieran llevar a cabo la misión en forma más eficiente. Confrontado con la situación de los judíos helenistas, la primera inclinación de Pedro fue designar personas competentes para hacer frente a las necesidades que él ni los apóstoles podían enfrentar. Los apóstoles siguieron donde sus dones eran más útiles y los nuevos líderes fueron comisionados para utilizar sus talentos.


Encuentre su veinte por ciento más importante

La tarea del líder es poner a la persona indicada en el cargo conveniente para ella. Como el entrenador durante los entrenamientos, usted debe ser capaz de discernir quiénes son los jugadores claves, luego ubicarlos donde puedan emplear mejor sus dones para llevar al equipo a la victoria.

Para descubrir sus jugadores claves, evalúe a cada persona según los siguientes criterios:


1. prueba de influencia

Pedro y los demás apóstoles requirieron que los siete hombres designados para dar la porción de las viudas fueran seleccionados de entre la gente de la comunidad. Esto sugiere que eran bien conocidos y ya tenían una influencia establecida sobre los demás.

Todo líder potencial con quien usted intenta invertir tiempo debe tener un grado de influencia sobre el resto de la gente. De otro modo, tendrán problemas para dirigir a otros en la realización de las tareas que tengan por delante de ellos.


2. prueba de relaciones

Pedro también pidió que los hombres seleccionados fueran «hermanos». Esto implica que cada líder había mantenido buenas relaciones con la mayoría de las personas.

Cuando seleccione a los líderes, determine de qué manera los candidatos se relacionan con el resto de su personal. ¿Tienen buenas relaciones con todos? ¿Los demás los consideran amistosos y positivos? Las personas con el mayor potencial serán las que mejor se relaciones con los demás.


3. prueba de credibilidad

Otro requisito de los siete hombres era que fueran de «buen testimonio» o buena reputación. Eso es muy importante. Cuando usted busca líderes potenciales, determine si su personal siente respeto por ellos. ¿Acuden otros a ellos con sus problemas? Sus líderes potenciales tienen que haber establecido un fundamento de confianza con los demás a fin de dirigirlos bien.


4. la prueba espiritual

Era requisito que los siete hombres tuvieran valores firmes. Pedro sabía que si los líderes potenciales no participaban de las mismas convicciones de los apóstoles, no podrían actuar eficientemente por ellos. O peor, podrían haber actuado en sentido contrario a sus creencias para extraviar a los demás.

Lo mismo podría ocurrir con la gente que usted selecciona. Sus valores deben ser similares a los suyos. El líder potencial que obedece a Dios está en una posición mucho mejor para tener éxito que uno que ignora la voluntad de Dios para su vida.


5. la prueba administrativa

Una cualidad que habilitaba a los siete hombres para servir era la capacidad de discernir lo que era mejor para la gente. La Escritura no es explícita, pero el pasaje parece indicar que a los siete se les dieron muy pocas instrucciones acerca de la forma de hacer la distribución a las viudas necesitadas. Tenían que elaborarla por ellos mismos.

¿Tienen sus líderes potenciales una trayectoria de decisiones sabias? ¿Buscan otros su consejo? ¿Pueden hacer planes por sí mismos, o necesitan continuamente confirmación y dirección? Si usted confía en el consejo de un líder potencial, es posible que otros también lo harán.


6. la prueba de actitud

El último requisito de los siete varones era que tuvieran una actitud correcta en cuanto a servir a sus pares. Pedro los describe como «llenos de fe».

El verdadero liderazgo exige la voluntad de servir a otros con todo su tiempo. ¿Cómo ven el liderazgo sus líderes potenciales? ¿Son desinteresados? ¿Les gusta actuar en equipo? Para que cualquier líder sea un activo para usted y para el equipo, debe estar dispuesto a servir.

¿Cómo piensa que estas personas a quienes usted dedica tiempo asimilarán estos criterios? ¿Pasan ellos estas pruebas? ¿Se detienen y dan a los demás, o por lo menos tienen el potencial de hacerlo así en el futuro? Si no, podría tener necesidad de repensar la forma en que invierte su tiempo con las personas.

Pregunta de reflexión para hoy:


¿Han asumido usted y su gente una posición que les permita alcanzar su máxima eficacia?


Día 5

Cómo dar vida a esta ley Asimílela


En el liderazgo, las prioridades deben ser una cuestión de principios, no de preferencia.

Repase los pensamientos relacionados con la Ley de las Prioridades:

1. Los Líderes Ponen Lo Primero 100%en Primer Lugar.

2. Los Líderes Lo Ven Todo Pero Se Concentran En Lo Importante.

3. Los Líderes Invierten Su Tiempo En Lo Que Produce Los mayores Dividendos.

4. Los Líderes Ponen A Las Personas Donde Todos Ganan.

¿Ha estado usando criterios específicos para determinar lo más importante en su organización? ¿Establece prioridades en su modo de trabajar, de gastar el dinero o invertir tiempo con la gente? Si no es tan eficiente o eficaz como le gustaría, quizás sea tiempo de reevaluar.


Organícela

Si no está seguro dónde se encuentra cuando se trata de entender y aplicar la Ley de las Prioridades, visite el sitio en Internet « www.injoy.com/21 Minutes » para contestar un cuestionario de evaluación de veinticinco preguntas que le ayudarán a medir su habilidad

.

Póngala en oración

Use las siguientes palabras para comenzar su tiempo de oración:

Amado Dios, tú sabes lo que es mejor para mí. Ayúdame a ordenar mi vida según tu voluntad, no según la mía. Muéstrame las personas en quien debo invertir, y ayúdame para ser un líder eficaz en sus vidas y en la mía. Amén .


Vívala

¿Cuándo fue la última vez que hizo un examen real de su alma para considerar sus prioridades? Si usted es como la mayoría de la gente, seguramente ha pasado un largo tiempo, o en realidad nunca lo ha hecho.

Programe un retiro personal donde pueda reevaluar su misión y sus prioridades. Debería revisar su vida y hacer una lista de los principales hitos y fracasos de los últimos cinco años para que tenga indicaciones internas de cómo le ha ido. Luego dedique un tiempo importante a la reflexión y oración. Después que haya determinado cuáles deberían ser sus prioridades, revise su misión, proyectos, listas de cosas por hacer y los métodos de desarrollo de las personas a la luz de lo que haya aprendido.


Divúlguela

¿Qué concepto, idea o práctica específica de liderazgo que ha aprendido en esta semana transmitirá a otro líder en los próximos dos días?



LEY DE LAS PRIORIDADES



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EMANUEL GONÇALVES

El hombre detrás       de"Lo Justo"

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